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Paco Prats, un imprescindible en la historia del cine cubano
08September
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Paco Prats, un imprescindible en la historia del cine cubano

Perteneciente a la estirpe de los fundadores, esos a los que Brecht llamó «los imprescindibles» por luchar la vida entera, el pasado 2 de septiembre falleció en La Habana el prominente productor Francisco Prats Tetilla, más conocido como Paco Prats desde que se incorporara a principios de los años sesenta al modesto Departamento de dibujos animados del ICAIC.

El septuagenario Prats no pudo recibir el merecidísimo Premio Nacional de Cine 2020 —que obtuvo junto al guionista Senel Paz—, por la situación epidemiológica que impidió la celebración de la ceremonia de entrega el 24 de marzo, fecha fundacional del ICAIC que, desde este año, marca la desaparición física de Juan Padrón, compañero de aventuras animadas de Paco por más de tres décadas.

Vea además: Adiós a Juan Padrón

Paco Prats protagoniza los momentos más trascendentales de la historia de la animación en el cine cubano a partir de su nombramiento como productor. Su nombre figura ya en los primeros cortos realizados por jóvenes que incursionaban también por primera vez en esta categoría. Escribe argumentos y guiones y dirige notas animadas para el Noticiero ICAIC Latinoamericano; colabora con Santiago Álvarez, su director, en la fotoanimación de los clásicos documentales  Now! Hanoi, martes 13.

Varios títulos descollantes en la producción animada del ICAIC en la primera década de los años sesenta figuran en la filmografía de Paco Prats, devenido Jefe del Departamento de Dibujos Animados del ICAIC. Posibilita que el joven Juan Padrón dirigiera en 1974 los dos cortos inaugurales de la serie protagonizada por el mambisito que diseñó: Elpidio Valdés contra el tren militar y Una aventura de Elpidio Valdés. Contribuye a que el inquieto dibujante e incontenible creador de personajes y de series enriqueciera su filmografía con títulos de diversos temas.

A Paco Prats corresponde el honor de ser el productor en el primer largometraje de animación en la historia del cine cubano: Elpidio Valdés (1979), dirigido por Juan Padrón. Desempeñó idénticas funciones en sus secuelas: Elpidio Valdés contra dólar y cañón (1983) y Contra el águila y el león (1996), coproducida con España. Fue director de producción del filme de culto ¡Vampiros e n La Habana! (1985), seguido por Más vampiros en La Habana (2003).

Paco Prats, uno de los héroes anónimos en esa especialidad tan poco reconocida e ignorada por los espectadores, e incluso por no pocos críticos, que es la producción reunió en su filmografía 670 obras, que incluyen 393 títulos de animación, que constituye todo un récord. Abarca una decena de documentales producidos en los años ochenta.

Para este indispensable profesional la palabra jubilación nunca existió por considerar que aún tenía mucho que aportar a las nuevas generaciones de animadores.