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Andy Montañez, bolerista por vocación
05July
Artículos

Andy Montañez, bolerista por vocación

EL CANTANTE BORICUA FUE EL INVITADO ESPECIAL DEL XXVI FESTIVAL INTERNACIONAL BOLEROS DE ORO, REALIZADO EN LA HABANA

Al boricua Andy Montañez le apasiona el bolero. Todos le gustan. «Soy salsero, pero nací bolerista», reconoce. Se siente cómodo interpretando estos temas con los que creció. Porque en su hogar natal, en el barrio de Trastalleres eran habituales las descargas. La música lo unió a Cuba desde niño. Su padre era fanático de Guillermo Portabales y de Matamoros. Muy joven supo del Benny, a quien lo vio actuar en Puerto Rico con Cortijo y su Combo.

El inicio de su carrera profesional se remonta a 1962, con la entonces recién creada agrupación musical El Gran Combo de Puerto Rico. Antes de esa fecha, el primogénito de 17 hijos de doña Celina Rodríguez y don Andrés Montañez había incursionado como bolerista en el grupo de Luis Morales y como segunda voz del trío Los Duendes.

Su pasión por el bolero y su amor por Cuba son razones suficientes para que el Niño de Trastalleres, como popularmente lo conocen, no haya declinado la invitación a participar en el Festival Internacional Boleros de Oro 2016. Pero a esas motivaciones se le agregó el hecho de que la vigesimosexta edición del evento se dedicó al centenario del natalicio del cantante y compositor puertorriqueño Daniel Santos, considerado el intérprete más importante de ese país en el siglo XX.

Por primera vez, en 1980, Andy visitó a Cuba, como  cantante de la orquesta venezolana Dimensión Latina, en la que había sustituido a Oscar de León. Pero no sería hasta 1997 que los cubanos conocerían su trabajo como bolerista. La prensa nacional reseñó entonces el asombro del público capitalino, cuando «El padrino de la salsa» decidió «descargar con unos bolerones, como en la sala de casa».
En el teatro Karl Marx el boricua protagonizó el concierto Los salseros cantan boleros y compartió el escenario con músicos de la talla de José Luis Cortés (El Tosco) y legendarias figuras como Rolo Martínez, Pío Leyva y Raúl Planas.

Regresó a esta Isla en 2001, para participar en la XV edición de Boleros de Oro. En su trayecto de Nueva York hacia Santiago de Cuba, hizo tres escalas y estuvo catorce horas sin dormir. Antes de llegar a la capital cubana, cantó para los santiagueros junto al Conjunto Son 14 y se le escucharon sus clásicas Hojas blancas, Payaso, Amor por ti…

Ya en la capital cubana, la sala Avellaneda, del Teatro Nacional, acogió su concierto, en el que cantó con Omara Portuondo. Ese año ambos artistas se habían conocido en Puerto Rico y, allí mismo, en el viejo San Juan, actuaron por primera vez. Desde entonces los une una relación de respeto y cariño mutuos.

Sobre él ha expresado la Diva del Buena Vista Social Club: «Andy es una persona carismática y posee además un talento increíble. Es un ser humano intachable, preocupado siempre por su país y los demás. Por Cuba siente un cariño especial».

Otra vez retornaría a La Habana para con su voz prestigiar los Boleros de Oro en 2004 y 2005; en esta última edición vino acompañado de su compatriota Danny Rivera.

Tras este recorrido de los vínculos de Andy con la mayor fiesta del bolero a nivel mundial, Arte por excelencia conversó en exclusiva, por vía electrónica, con el invitado especial de este evento, condición con la que dijo sentirse honrado.

—¿Qué representa Daniel Santos para usted?

—Por él siento una admiración extraordinaria. Fue uno de los intérpretes que mejor cantó el bolero. Además, ambos nacimos en el mismo barrio de Trastalleres.

—Entre él y usted, ¿qué otros puntos comunes reconoce?

—El amor a la Patria y a Cuba, y el deseo de que Puerto Rico logre su libertad.

—En 2012 presentó el fonograma Sueño, homenaje al bolerista cubano Fernando Álvarez. ¿Ha pensado acercar el CD a nuestro público?

—Sí, espero poder interpretar algunas de esas canciones y extender este trabajo discográfico a los medios de comunicación, para que la gente conozca el homenaje que le hice a Fernando, de quien fui y seguiré siendo un admirador.

—Abel Prieto, exministro de Cultura de Cuba, expresó que usted es de los que no falla, que seguirá viniendo aquí contra viento y marea. Y el trovador Silvio Rodríguez afirmó: «¡Andy no se despinta!» ¿Qué valor le atribuye a la lealtad?

—La lealtad para mí es una forma de retribuir el cariño que siempre me ha demostrado el pueblo cubano, del cual me siento su hermano.

Músico de oído

• No estudió música, pero asegura que nació con un don: el de la afinación, ese que no se aprende con un maestro.
• El pedagogo podrá «enseñar a “medir” bien, a leer música, pero afinar te lo dice tu oído», considera Andy Montañez.
• Tampoco necesitó de un maestro para aprender a tocar las maracas y la guitarra, cuyas notas «saca» de oído.