Pasar al contenido principal
Jose Rojas y el ingenio de la creación
27July

Jose Rojas y el ingenio de la creación

Es de esos rostros que conocimos desde muy jovencito al llegar a Lucas, y hoy luce orgulloso junto a su familia una labor creativa con más de una década de fructífero tránsito por el universo del audiovisual. Ese es Jose Rojas, una de las perennes voces del audiovisual cubano.

Vea además: Lucas cumple 26 años

Acumulas más de una década dentro del video clip, ¿qué sabor te deja lo experimentado hasta hoy?

“Pues sí, once años en el mundo del video clip, desde el 2012 cuando me inicié como amateurs, aun siendo estudiante del ISDI.  Realmente cuando comencé veía un futuro incierto que se ha convertido, definitivamente, en mi carrera. Ha sido un recorrido que me deja constantemente muy buen sabor porque me ha permitido estudiar, aprender. Ha sido un tiempo en el que he formado mi familia sin dejar de trabajar en el audiovisual. A mis amigos del presente los he conocido a lo largo de este recorrido de sucesión de proyectos, donde cada trabajo me exige un poco más, tanto a mí, como al excelente equipo de profesionales que me acompañan.

Y sigo probando, comencé con muchos artistas nacionales y he logrado hacer crecer esa cantera de posibilidades con muchos conocidos y otros no tanto, de Cuba y extranjeros. Y en cualquier caso me agrada reconocer que ninguna experiencia se ha parecido a la otra; por el contrario, aun siendo géneros musicales similares, cada artista exige una propuesta singular y ahí, en eso que, dicho así, pudiera parecer sencillo, está el reto de la creación”.

Quien ve un video de tu autoría puede reconocer tu firma, ¿cuáles son algunas claves que te identifican?

“Como todo proceso, al principio en mi trabajo había muchos patrones que coincidían con el uso de otros creadores; poco a poco e, indudablemente, mi formación como graduado de diseño gráfico, ha perfilado una serie de conceptos que me identifican, como el uso de la tipografía, los colores (siempre muy vivos), el cuidadoso trabajo de post producción, de vestuario, los cortes, el cuidado en el tratamiento de la historia, la alegría que trato que prime siempre en los escenarios que creo. Todo eso ha ido variando porque uno se va superando y va experimentando, para mejor. Me sucedió, por ejemplo, en tiempos de pandemia, cuánto pude aprovechar el uso del teléfono en proyectos hasta ese momento inimaginados, y resultó tanto, que uno de los videos que mostré en ese momento resultó premiado justamente en Lucas.

A partir de esos elementos he podido ver que sí hay muchas personas que identifican mi trabajo, y por supuesto eso me hace muy feliz y al mismo tiempo me compromete porque si bien en mis inicios necesité referentes en aquellos primeros pasos, ahora me sucede lo mismo con respecto a realizadores que me suceden. Y qué bueno porque el video clip además de expresión artística es una gran industria como tal, por tanto, las referencias son esenciales; y sé que en ese sentido he inspirado a otros realizadores. Es un proceso que al final tiene más connotaciones positivas que negativas”.

 

Jose Rojas con su equipo de trabajo en plena filmación
Jose Rojas con su equipo de trabajo en plena filmación

 

Sostienes una carrera internacional poco conocida, ¿cómo lograr desde Cuba que un video tuyo compita en el mundo?

“Colocar un producto creativo en el mundo, y en medio de tanta competencia, realmente es muy difícil. En primer lugar, porque está sujeto a muchos factores, muchos de los cuales no dependen de una producción ni gestión de índole personal, y Cuba no puede ser la excepción.

Mi primer trabajo con una artista internacional fue con Olga Tañón, luego vino Jorge Villamizar, la también muy conocida Yuri, reguetoneros puertorriqueños. Al principio me resultó difícil la interrelación con artistas de otras culturas; pero en la medida que pasaron los años esto fue cambiando y muchos de los que hoy me han contactado para trabajar vienen en busca del talento artístico y creativo cubanos. En mi caso les ha satisfecho el desempeño del equipo que me acompaña y a la vez han querido disfrutar de las bellas locaciones que Cuba tiene. Muchos de ellos vienen de turismo, entonces aprovechamos el tiempo, hacemos el video y luego al irse nos recomiendan a otros artistas. Al final cada propuesta se convierte en una carta de presentación para otros.

Ciertamente, esta parte de mi carrera no se conoce mucho y, sí, con el equipo asumimos muchos trabajos en paralelo a los que hago con artistas cubanos, y es que los videos hablan por sí solos, a veces los que menos imaginas llegan a un lugar determinado del mundo y allí hay artistas que lo consumen. Por otra parte, en estos días de redes sociales no existe el tiempo ni la distancia; ellas se encargan de tejer la comunicación y un mensaje establece el engranaje y a partir de ahí inicia un nuevo proyecto.

Es curioso porque esta arista de trabajo internacional surgió en tiempos en los que aun desde Cuba no había Internet; no obstante, logramos videos grandes, incluso, algunos mayores a los que hoy hacemos; pero realmente los conceptos del video clip van cambiando, también la música, por tanto, los conceptos de trabajo se tienen que acomodar a esos cambios.

Lograr que los videos que se hagan aquí tengan una factura internacional no creo que tenga secreto alguno. Todo está en la esencia de cada director; en mi caso haciendo prevalecer mi estética, siempre protegido por un gran equipo de trabajo. Ciertamente, desde Cuba tenemos limitantes, pero en lo posible trabajamos lo más apegado a los estándares internacionales en cuanto a materia tecnológica; la otra parte queda a la creatividad del equipo, aquí hay mucha gente con talento, sin hablar de los nuevos que van llegando, y si bien hay muchos que no están en el país, quedan otros y siempre se puede lograr una gran factura con un sello distintivo.

En lo personal consumo mucho audiovisual, por supuesto, la mayor cantidad de filmes porque el video clip es un arte, pero a su vez, es una industria en la cual uno puede innovar, pero para ello existen una serie de códigos que hace que el trabajo guste en otros países, con culturas totalmente diferentes. Creo que la única fórmula—si tuviera que utilizar ese término— es estudiar mucho esos códigos, esas estructuras comunicativas que este arte exige para poderse uno introducir en una amplia variedad de estilos y géneros musicales”.

 

Jose Rojas con músicos de la Orquesta Failde, Premio Excelencias Cuba
Jose Rojas con músicos de la Orquesta Failde, Premio Excelencias Cuba 

 

Con esta experiencia vivida y con todo lo que te falta por hacer, ¿cómo defines el video clip en tu vida?

“El video clip lo defino como un escalón importantísimo en mi vida, es el sustento de mi desarrollo profesional; él cambió definitivamente mi existencia. Yo estudié diseño gráfico y terminé haciendo edición, postproducción, producción, dirección de arte y dirección general de video clip. Nunca lo imaginé y no quisiera que llegara a su fin porque es algo que disfruto muchísimo hacer; es un trabajo muy dinámico que lleva mucha adrenalina; y eso me atrae.

Pero como mismo le agradezco mucho, sí existe un escalón más que quisiera explorar y es el cine, incluso, no desearía que mi primer trabajo fuera un filme; sino una serie. Tengo algunas ideas que no he podido desarrollar por problemas de logística, presupuesto; pero todo está para hacerlo y en algún momento me voy a lanzar— claro— sin dejar el video clip porque es mi base conceptual y sé que el cine me va a complicar un poco más la vida, pero no importa, quiero hacerlo ya”.

Luego de esta primicia, ¿qué proyectos tienes sobre el tintero?

“Tengo muchos porque no me canso de soñar; uno de ellos es mover un video clip que hicimos juntos mi esposa Rachel y yo, ella lo dirigió en su mayoría, fue un homenaje a la cantante española Rosalía. Es un video coreográfico que estoy seguro que marcará un punto importante en su carrera. Realmente asumimos constantemente muchos trabajos juntos, sobre todo para las redes de ella, que ha aprendido muchísimo dentro de esta aventura del audiovisual. Creo que está apta para dirigir porque sabe lo que quiere y por qué. Y sí, estoy convencido de que podemos hacer muchos otros trabajos; es más, ni siquiera aún nos imaginamos cuánto podemos llegar a hacer.

Estoy, además, de manager, productor musical, llevando desde cero la carrera de dos muchachos que se llaman Javi Boy y Otto, estoy encaminándolos en términos de imagen, fotos, por supuesto, videos, proyección escénica, y es que continuamente estoy explorando nuevos horizontes de un futuro incierto para buscar y aprender otros conocimientos”.

A su carta de presentación con el grupo Los desiguales, le han seguido otros videos clip como “Mi abuela quiere cocor”, “La fiesta del amor (Alain Pérez), “Por estar contigo” (Qva Libre), “Afloja la guayaba” (Maykel Blanco y su Salsa Mayor), Con tanta presión (David Torrens), ahora los chicos Javy y Otto…de modo que Jose Rojas ha ido tejiendo una carrera sólida en la que la experimentación ha validado su crecimiento. Este joven callado, que solo se refiere a su obra, frente a la obra misma, le quedan aún muchos capítulos por completar dentro de un libro que se llama vida, y que ya coloca en letras mayúsculas su nombre.