Pasar al contenido principal
La fuerza de una historia de 20 años
16October

La fuerza de una historia de 20 años

Por: Ivón Peñalver

Lucas  cumple 20 años, pareciese que fue ayer pero lo cierto es que esta celebración ha sido resultado de un crecimiento paulatino, constante y persistente. Contra pronósticos de quienes dudaron ante la pujanza de lo diferente, Lucas se ha convertido en un muchacho fuerte que ha ido perdiendo los miedos y solo le resta mirar hacia adelante.

Y es que Lucas, significado por la extraña figura de la Oveja Negra, es la vitrina y al mismo tiempo plataforma conceptual del audiovisual cubano, tanto, que se dice que si tal o cual video no se estrena en el programa televisivo que lo afirma, es como si no existiese.

Y pudiera parecer exageración  pero no, es una manera de visibilizar en y para los medios cubanos un modo de hacer. Para unos desconocido, para los seudo intelectuales, un tanto banal, mientras que para los abiertos al mundo con sus  pro y contras, es la afirmación de una visualidad diferente; no obstante para todos, Lucas es una propuesta amplia y diversa, rasgos que le permiten que, a pesar del tiempo, aún se aplauda la “terquedad” de aquellos primeros soñadores liderados- y aun- por Orando Cruzata. Todos los que defendieron la necesidad de favorecer la creación audiovisual como complemento de un trabajo musical, como modo de promoción autoral, y como síntesis de un discurso que en muchas ocasiones, ni grabado, hubiera podido quedar. Mas como última de estas razones, y no por ello menos importante, Lucas es divertimento; logra a partir de una  estética del absurdo, la ironía, y hasta el doble sentido, provocar una mirada cómplice del televidente hacia su alrededor, de ese modo cuando el video se presenta lo hace desde un terreno fértil para ser aprehendido/aprendido tanto por avezados como neófitos.

Así según conversación con su director Orlando Cruzata, Lucas en veinte años se ha mantenido enseñando al televidente a ver, de hecho con los segmentos de crítica especializada que el espacio ha sostenido, se ha logrado expresar: cuidado, ve pero siempre busca más allá, porque Lucas solo dice no, a lo vulgar o lo inmoral. Su carácter, inclusivo, se mantiene siendo una de sus fortalezas, y tiene que ser así asegura Cruzata, pues hay tantas maneras de decir como creadores, y el arte exige de tantas miradas como la propia realidad impone. Y fíjate que digo arte, continúa, porque a pesar de miradas intransigentes, el audiovisual y ha sido felizmente demostrado, puede llegar a lucir una factura estética y artística de primer nivel. Hay videos que son verdaderas obras de arte que logran con una síntesis impresionante calar en aspectos sensibles de la vida, que tal vez un libro necesitaría de muchísimas páginas, y una película de innumerables tomas, sin embargo el clips lo resuelve en pocos minutos que cada vez son mejor aprovechados por nuestros creadores.

Cómo cuales, pues lo primero es saber que muchos de los hoy reconocidos creadores se iniciaron en Lucas y ya han llegado, incluso, a la pantalla grande, baste mencionar por ejemplo a Lester Hamlet; otros como X Alfonso, Yoseph Ross, Yoseph Rojas, Asiel  Babastro han creado estilos muy particulares cuya génesis se produjo en los espacios de edición para entregas a Lucas. Y eso es un orgullo para el proyecto, ver la continuidad de un trabajo que aún le queda mucho por decir…

Sí, también sé que justo ahí se esconde una espada de Damocles porque en muchas esferas de la vida no siempre se piensa justamente en la continuidad, y confieso que a eso sí le tengo mucho temor, que tanto esfuerzo un día se pueda perder porque no estemos los tercos de siempre. Todo creador de alguna manera piensa en la trascendencia y hemos sido muchos los que de la nada creímos en Lucas, por tanto me resulta doloroso pensar que pudiera no mantenerse por la falta de sus iniciadores. El relevo en todo es imprescindible, crear las condiciones para un futuro que inexorablemente hay que pensarlo como inmediato. En mi caso confieso que Lucas me ha robado tiempo para mi creación personal, pero no me importa, el resultado y la constancia de un trabajo que ya no se puede obviar responde cualquier insatisfacción, por eso Lucas tiene que seguir siendo pensado por los que vengan detrás, que desde ahora tienen que saber quererlo.

Hoy mismo el crecimiento  del proyecto hace que lo que es una fortaleza nos ponga el lazo  en el cuello. Este año Lucas  exhibió 300 clips en su espacio semanal de televisión, hecho que por primera vez ocurre, y esto que por supuesto es  motivo  de satisfacción, al mismo tiempo se nos convierte en un problema porque imposibilita  asumir el ciclo de reiteración que necesita el video en los medios, solo  da tiempo de estrenarlos. 

Nosotros tenemos una emisión vespertina los domingos, porque la programación nocturna televisiva ya está cubierta, lo que significa que nuestra nueva esperanza es expandirnos hacia al canal musical de la televisión, el canal Clave, a manera de que los creadores sigan visibilizándose a través de sus trabajos de modo continuado. El público ha demostrado que quiere seguir disfrutándolos, así que a nosotros nos toca la responsabilidad de ofrecérselos.

Pero más allá de su propia concepción televisiva, Lucas ha podido incluir en su “cartera de productos”, la producción de conciertos que recreen el posicionamiento en los más jóvenes de la imagen de clásicos de la música internacional. Tras el  tras el sello temático del Regreso de los dioses, por ejemplo, el concierto dedicado a Pink Floyd superó expectativas, y es uno de esos momentos de volver la vista hacia lo que ha sido el arsenal musical mundial. Por su  parte, espacios como Cáscara de mandarina hacen eco en la trova cubana actual y muestran sus puntos de apoyo en lo que ha sido una herencia cultural de notable valía. En la radio, los domingos a la una de la tarde, Taíno, la FM de Cuba, cuenta con un programa dedicado a Lucas; ya vio la luz una primera antología del video clips cubano; y se cuenta con una revista que, desde la reflexión, abre nuevos frentes de análisis acerca del fenómeno cultural que representa el audiovisual dentro de la cultura. Ya en el verano el Lucasnómetro pone en alerta a creadores y televidentes de lo que  pudiera ser el espectáculo más importante del año, justamente la entrega de los Premios. Quiere decir que Lucas no descansa, su proyección es expansiva siempre, afirma Cruzata.

No queremos ni podemos detenernos en lo que hemos hecho porque son tiempos en los que todo cambia muy rápido y a pesar de eso los espectáculos de Lucas siguen llenando el teatro Karl Marx. Y eso es un reto porque hoy cada vez son más los espectáculos que exigen tecnología de primer nivel, escenografías y ambientaciones en correspondencia, hecho que aplaudo porque son razones que convencen al público, pero debe ser que ya ando más entrado en años—sonríe—, pero defiendo la máxima de que la tecnología no se vaya por encima del alma, la parte humana tiene que prevalecer, y por ahí también ha estado la clave de éxito del proyecto.

Sucede que en los inicios con productores como Roselló y Pedrito tuve conductores como Tony Arroyo el primero que llegó con su sello de actor; conté con asistentes que hoy son directores de programas;  tuve a una versátil artista como Editn Mazzola y hoy su hija Paula tomó su lugar, quien desde la frescura de sus cortos años se mantiene acompañada por un  joven pero ya experimentado presentador, Pedro Pablo Cruz; cuento aún en medio de sus múltiples compromisos con el humorista Luis Silva, que es otro sello de comunicación altamente logrado desde la empatía. Todos ellos con su propio estilo han demostrado una pertenencia al proyecto aun cuando no formen ya parte de él, y así lo he podido confirmar en esta celebración de 20 años, que sí son muchos, a pesar de lo que haya opinando el gran  Gardel.

En Lucas ha predominado entrega de su equipo de trabajo y de los propios músicos y realizadores; más allá del uso de la luz de última generación y la cámara HD más potente.  Por eso aun cuando la palabra satisfecho suena demasiado grande para lo que es calificar lo que han significado estos años de trabajo, al menos sí me gusta decir que contento estoy de poder celebrarlos con todos los que han sido también Lucas.

En el próximo mes de diciembre, exactamente los días 16 y 17, nuevamente el Teatro Karl Marx recibirá la entrega de los Premios Lucas, un proyecto de vida, liderado por Orlando Cruzata que ha estado lleno de empeños, y que ha preferido atesorar los buenos recuerdos para seguir creciendo. Para los que ya no están y para los que vendrán, las gracias, por creer en la fuerza de esta historia de 20 años.