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La orquesta de Minnesota regresa a Cuba casi un siglo después de su primera visita
28April
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La orquesta de Minnesota regresa a Cuba casi un siglo después de su primera visita

Por: Alain Valdés Sierra

 

En el año 1929 la Orquesta Sinfónica de Minnesota visitó Cuba por primera vez. En aquella ocasión ofreció un concierto sobre la base de un programa centrado en obras escritas para ese formato firmadas por el músico alemán Ludwig van Beethoven. Casi noventa años después, de ellos más de 50 sin relaciones diplomáticas entre La Habana y Washington, regresa a la isla caribeña la ahora Orquesta de Minnesota para ofrecer dos conciertos en el marco del más importante evento musical del país: la Feria Internacional Cubadisco 2015, que en esta edición estará dedicada a la música sinfónica y coral.

 

La presencia de la Orquesta de Minnesota se ha venido anunciando desde hace unas semanas, pues no solo es una de las formaciones de su tipo de mayor prestigio del mundo, sino que ocurre en un momento en que ambos países trabajan de común acuerdo por normalizar sus relaciones.

 

Los organizadores de Cubadisco han confirmado que las presentaciones de la orquesta que dirige el finlandés Osmo Vänska -titular desde 2003-, ocurrirán el 15 y el 16 de mayo en el Teatro Nacional de Cuba, y al igual que en aquel año de 1929, interpretará varias de las más conocidas obras de Beethoven, un repertorio que domina con asombrosa fluidez.

 

Para el viernes 15, la sinfónica propone un programa compuesto por tres piezas fundamentales del compositor alemán: la Obertura Egmont, partitura instrumental que abre a la monumental composición concebida para soprano y orquesta a partir de la tragedia homónima escrita por Goethe en 1788. A continuación, esperan presentar la Sinfonía No. 3 en mi bemol mayor, Op. 55, también conocida como Eroica, dedicada inicialmente a Napoleón Bonaparte por el genial músico alemán, quien luego de la proclamación como emperador del francés decidió borrar ese nombre de la página del título. Concebida en cuatro movimientos, la Sinfonía Eroica es considerada por los entendidos como la obra que rompe los esquemas de las sinfonías clásicas y lleva al género a nuevos horizontes.

 

Por último la orquesta de Minnesota asumirá la Fantasía Coral, pieza escrita para orquesta, piano y coro que muchos confunden con el cuarto movimiento de la famosa Novena Sinfonía. Para esta interpretación la formación estadounidense se hará acompañar por dos pesos pesados de Cuba: el maestro Frank Fernández, al piano, y el Coro Nacional, siempre dirigido por la maestra Digna Guerra.

 

Para la segunda fecha de concierto el programa variará en cuanto a géneros y autores pues incluye el cubanísimo Danzón de Alejandro García Caturla, las Danzas Sinfónicas del musical West Side Story, de Leonard Bernstein; y la Suite de Romeo y Julieta del pianista y director de orquesta ruso Serguéi Prokofiev.

 

La visita a Cuba de la Orquesta de Minnesota constituye hasta el momento uno de los mayores hitos culturales de este 2015. Esto se explica en parte por el simbolismo que entraña su procedencia; aunque hay que señalar que no son los primeros músicos norteamericanos que han transitado por esta Habana durante los últimos meses. En febrero se presentó en La Habana la banda de rock n´ roll Dead Daises, y hace solo unos días se presentó en Fábrica de Arte Josh Klinghoffer, guitarrista del grupo de rock Red Hot Chili Peppers.

 

Cuando fue anunciada la asistencia de la Orquesta de Minnesota a Cubadisco, Banska, su director, aseguró en entrevista concedida al rotativo británico The Guardian que, al igual que aquella primera vez, “es un honor y un privilegio hacer lo mismo muchas décadas después”, una opinión respaldada por el concertino Erin Keefe quien ve en su estancia en La Habana “una oportunidad única de acercar dos culturas a través de la música”.

 

Esta no es la única visita a la Isla de una orquesta sinfónica de Estados Unidos, pues en diciembre de 1999, la Sinfónica de Milwaukee anduvo por nuestras salas de concierto. Pero sí es la primera en hacerlo desde que en diciembre del año pasado los presidentes Barack Obama y Raúl Castro anunciaran al mundo el interés de ambos gobiernos por reestablecer las relaciones diplomáticas.

 

Un dato curioso: tras el éxito de los conciertos de la Orquesta de Minnesota en La Habana en 1929, fue necesario programar otro tour a la Isla que se concretó al año siguiente con tres conciertos a los que asistieron unas 2500 personas, cifra realmente extraordinaria para la época.