El argentino Diego Bianchi reflexiona, en la X Bienal de La Habana, sobre la crisis económica mundial y sus conexiones con una supuesta crisis del arte.
Su instalación La crisis es estética, emplazada en La Cabaña, recurre a diversos materiales, desechos del consumo que integran una inquietante estructura.
Se trata de rehuir a toda costa de cualquier noción de belleza y armonía, poniendo de manifiesto una de los problemas más preocupantes de la sociedad contemporánea: la contaminación del medio ambiente.
Al mismo tiempo, el artista ironiza sobre la falta de inspiración y el escaso vuelo de ciertos productos culturales.
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