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África y su arte en Miami: Colección de Reynold Kerr
05December
Art Basel Miami

África y su arte en Miami: Colección de Reynold Kerr

Ya sabíamos de su presencia en la Semana de Arte en Miami, gracias a un amigo en común, Geo Ripley, otro ferviente adorador de las culturas y raíces africanas que nos unen. Por tal motivo en nuestro recorrido por las múltiples ferias que junto a Art Basel llenan de arte la ciudad, nos detuvimos en Design Miami con el firme propósito de entrevistar a Reynold Kerr.

Vea también: Geo Ripley y su apuesta por la unidad caribeña

Kerr, quien ha dedicado su vida a estudiar, disfrutar y custodiar arte africano, expone parte de su valiosa colección en este espacio y amablemente accede a dialogar con Arte por Excelencias.

¿Cuándo y cómo comenzaste en el mundo del arte?

Durante algunos años fui directivo para América Latina de grandes compañías y me harté de lo corporativo. Entre tanto, había coleccionado arte precolombino -principalmente oro-  y luego de que me pagaron los bonos por mi trabajo en las empresas, me salté al arte. De eso hace 50 años, en el 69.

No está mal, ¿qué edad tenías en ese momento?

Tenía en ese momento treinta y tantos, estaba joven y bello (se ríe)

Cuando te interesaste en el arte africano, ¿a qué países acudiste?

Eso fue una transición. No podía coleccionar oro precolombino, porque es muy caro y mi colección la compró el Museo de Boston. Luego “descubrí” el arte africano que inmediatamente me capturó. Para mí eran deidades al alcance de poder discutir con ellos. Hice ese ritual y ese ritual me tiene que producir una acción.  

¿Y viajaste a países…?

Sí, pero eso fue con posterioridad.

O sea, comenzaste a coleccionar arte africano en Estados Unidos…

En Estados Unidos. Después me mudé a Ámsterdam donde, en ese momento había mucho movimiento sobre el arte africano, también en Bruselas. A ambos lugares iba y venía con facilidad porque la distancia es corta, pero mi sede fue en Ámsterdam primero y después Bruselas y más tarde volví a Ámsterdam: 7 años pasé en esta hazaña, trabajando en arte africano. También venían los artistas, los COBRA principalmente y me “cambalachaban” arte africano.

Por ese entonces iba y venía a Nueva York y un día al pasar por la frontera en el aeropuerto me dice el de la aduana: “Bienvenido a casa” y en ese momento sí lo sentí. Entonces cogí un apartamento en el mismo vecindario donde vivo ahora, al lado del Metropolitan Museum of Art. Más tarde cambié del 61 al 16, le di vuelta al número y allí llevo 40 años. Mi mujer vino de Indianápolis a Nueva York hace 36 años.

¿De qué países tienes piezas en exposición?

El arte que estoy exponiendo aquí es de países de África Central y África Occidental.

¿Algún país concreto de África Central?

De Gabón, en África Central, tenemos una pieza muy muy famosa que es una Kota: tiene una historia fantástica. Estas piezas son muy raras y se venden a altos precios por lo que yo hice un cambio con un colega y coleccionista de Phoenix, Le di una máscara que tenía y me quedé con la obra.

De repente, un académico que yo he ayudado y que estaba en Nigeria, me manda una película y cuando la estoy viendo descubro mi pieza. El filme se llama The Monuments Men y en ella el personaje que hace el video fue el dueño de la pieza. La película trascurre al finalizar la Segunda Guerra Mundial y el Departamento de Estado encarga a una brigada el rescate de obras de arte robado por los nazis. Lo encontraron en diferentes partes, hasta en cavernas y esa es la hazaña que ese señor protagonizó al restituir el arte robado por los alemanes al resto de Europa.

Entonces la pieza la tuvo él, después de la guerra fue del curador del museo de Brooklyn – que al jubilarse se fue a Tucson en Arizona- y se hizo amigo del coleccionista colega mío. Al morir el curador mi amigo compró la pieza. Entonces es un objeto que viene con un abolengo enorme, no solamente por la persona que la tuvo sino quien la vendió que era un gran marchante.

 

Pieza de Gabón, en África Central, de la colección de Kerr

 

¿Qué precio puede tener una obra como esa?     

250 mil dólares.  

¿De qué material está hecha?

Esa tiene madera, cobre y latón.

Impresionante pieza, impresionante historia y, ¿cuántas piezas componen su colección?

Es enorme, estamos hablando de casi 2 mil objetos, pero seleccionados.

¿Cómo se evalúa la calidad de una obra de arte antigua africana?

Es muy fácil responder: estética. Autenticidad y estética

O sea, antigüedad, autenticidad y estética

Exactamente.

¿El nombre del artista no tiene tanta importancia?

Tiene importancia, lo que pasa es que muchos de ellos no sabemos quiénes son. De algunos sí sabemos porque en los 50, 60 o 70 había sociólogos o arqueólogos que se dedicaban a eso.

¿En qué material se trabaja más?

En madera

¿Ébano?

Ébano nunca en el ritual, eso es para el turismo. La madera que se utiliza para un objeto depende de a qué deidad le está dedicada. Entonces se encuentra primero el árbol donde reside la deidad que quieres halagar, y después le quitas todo lo que no es, para que la figura tenga lo que tiene que tener.

Antes de despedirnos de Reynold Kerr, contagiados por su entusiasmo por el arte africano, nos tomamos unas instantáneas que les dejamos como muestra de la veracidad de sus palabras: estas obras sobresalen por su antigüedad, autenticidad y estética.

 

Reynold Kerr junto a José Carlos de Santiago

 

 

reynold Kerr junto a una de sus obras

 

Obra de la colección de Kerr

 

En portada: Reynold Kerr (a la izq.) y José Carlos de Santiago, Presidente del Grupo Excelencias (a la derecha) 

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