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Fondo Cultural del ALBA
08April

Fondo Cultural del ALBA

Una experiencia de economía cultural en corto tiempo

Cuando los ejecutivos y trabajadores de la empresa Fondo Cultural del Alba (Alianza Bolivariana para los Pueblos de nuestra América), junto a un grupo estrecho de amigos invitados, alzaron copas para brindar el estreno de un nuevo local para sus agencias comerciales Paradiso y Presencia —ahora en el piso doce de la torre Banco Lara, en el centro mismo de Caracas—, nadie supo cuántos de los presentes volvieron, con el primer trago, a los días iniciales y los esfuerzos tremendos de hace casi cinco años atrás.


José Ángel Pérez SocarrásPepe —como cariñosamente llaman al cubano José Ángel Pérez Socarrás, entonces presidente del Fondo— fue de todos el único que hizo públicos sus pensamientos en un breve discurso de gratitud y remembranzas, pero tras sus palabras, por supuesto, siguió el recuerdo de cada uno de aquellos que empezó o se incorporó en la etapa inaugural de las agencias, cuando eran solo proyectos, pocos recursos y mucha, muchísima voluntad para echarlas a andar bajo las riendas fecundas de la cultura.


Comenzó por recordar aquel mayo de 2011, cuando en La Habana una reunión de los ministros de Cultura de Cuba y Venezuela resultó el más profuso surtidor de ideas que a él, de regreso, le tocaría en alto grado llevar a realidad. En la maleta de encargos traía entonces la orientación para crear las dos agencias.


Paradiso y Presencia no podían demorar en nacer. «Ese propio mes sucedió la primera experiencia, con las escuelas de ballet, niñas y varones que viajaron a Cuba. En Venezuela hay muchas escuelas de ballet, con alta matrícula, y a través de Paradiso comenzaron a descubrir la Isla. Así empezamos el turismo de eventos.


»Iniciamos todo en una oficina pequeña, el propio mayo, y ya en octubre presentamos la agencia en el salón Cota 800, del hotel Alba Caracas. Recuerdo que llenamos aquel salón de alguna manera: autoridades, grupos musicales… y con la apertura de una librería que nos permitiría pagar los salarios de nuestra gente.


»Yo diría que el 2011 fue un año de partos, decisivo para lo que hasta hoy ha sido el Fondo Cultural del Alba, pues no solo hicimos eso. También logramos la primera presentación de una orquesta cubana en Venezuela, bajo el auspicio de la Agencia Artística Presencia, un nombre que no demoramos en registrar con vocación latinoamericana y caribeña».


El estreno comercial recibió el influjo exitoso de la legendaria Aragón. Al cabo de casi cinco años ya tiene un catálogo importante de artistas cubanos de primera línea que vinieron a Venezuela, e incluso venezolanos que se presentaron en Cuba.


«Con la agencia nos lanzamos a explotar una posibilidad que intuíamos exitosa, y el paso del tiempo nos permitió conocer toda esa gran fuerza y potencialidad que para el destino comercial tiene la música de nuestros países», prosigue José Ángel.


«¿Qué faltaba?: un canal de distribución, y con Presencia demostramos que puede existir. Ya promovimos, incluso, presentaciones de músicos cubanos en Perú, Colombia y otros países. No han sido pocas las dificultades, pero con el trabajo en equipo logramos todo».


Este año, la empresa tiene un reto en el Mercado de Industrias Culturales del Sur (Micsur), que es en agosto en Bogotá, donde podría lanzar una muestra integral de la música caribeña. «Allí estarán naciones del Mercosur, y dentro de ellas tres que son del Alba: Ecuador, Bolivia y Venezuela. La idea es que presenten y defiendan un producto cultural, que enseñen sus potencialidades a título también de otras naciones que no son de Mercosur. Por esos nuevos caminos, explorando, abriendo puertas y siempre dando pasos adelante, la empresa puede seguir creciendo, incluso en otros campos de la cultura distintos a la música. Cuando llegamos a Venezuela no había aquí libros cubanos, ni allá libros venezolanos. El intercambio a través de la Empresa saldó por un tiempo esa ausencia; pero las coyunturas económicas complicaron el mercado de la impresión, así como la producción discográfica. Sin embargo, no se detuvo, en busca de nuevos horizontes como la artesanía, muy fuerte en el área nuestra».

Los pasos en el turismo


Al decir de José Ángel Pérez, la promoción del turismo por medio de la agencia Paradiso resultó otro de los indicadores de mayor éxito económico de la empresa Fondo Cultural del Alba.


«Unos cuatro mil turistas mensuales, el cuarenta por ciento de los venezolanos que viajaron a Cuba, se movieron a través de la plataforma de trabajo de Paradiso, generando un impacto visible en dos sentidos: el económico en el país de destino y la excelente impresión que provoca en aquellos que visitan la Isla por primera vez y quedan maravillados con la seguridad, la calidad de los servicios, la buena factura del producto cultural…


»Hablamos del turismo de eventos, del profesional, del académico y otros que fueron consolidándose de la mano de la cultura, con proyectos como el que impulsamos a mitad de 2015 y que llamamos Revolución de la Música y el Espectáculo en Varadero y otros polos turísticos de Cuba. La idea es que todos los venezolanos que viajen a Cuba y vayan a Varadero, disfruten en el hotel en que están, un día de la semana, la presentación de una orquesta o intérprete cubanos de primer nivel: Aragón, Descemer Bueno, Gente de Zona… Con su cuota básica en bolívares lo pagan todo, incluida esas presentaciones en la Casa de la Música, en el Meliá Marina o en la Mansión Xanadú o Casa Dupont, donde lanzamos un interesantísimo proyecto de jazz con el Centro Provincial de la Música. El venezolano disfruta con todo incluido, basado en una cuota mínima y accesible.


»La idea no es nueva, sino que parte de un principio factible para todo el polo. Varadero recibe en temporada media un aproximado de cien mil turistas mensuales. Si por cada visitante la agencia que los trae pagara a Cultura cuatro dólares solamente, serían cuatrocientos mil en un mes, que alcanzarían para situar al polo turístico —además del referente recreacional, de sol y playa que es hoy— como un ícono de la música cubana, representado por selectos intérpretes cubanos de talla mundial. Este esquema libraría a las arcas estatales de esa gestión y garantizaría un fondo de financiamiento conseguido de un modo distinto al tradicional incremento de los costos de los hoteles. El techo del teatro Terry, de Cienfuegos, estaba desbaratado y se costeó así, deduciendo una cuota mínima del pago por el paquete turístico. Se trata de crear una iniciativa de comercialización pensando en una inversión final. El mismo turista costea su disfrute a un alto nivel, sin un gasto adicional.


»Desde el Fondo Cultural del Alba se aplicó esa iniciativa y salió bien, con espectáculos de primer nivel en el Memories Varadero, el Grand Memories, el hotel Princesa, en el Meliá Marina, en la Casa de la Música, en La Comparsita y la Mansión Xanadú o Casa Dupont».

La experiencia que queda


Durante casi cinco años, la empresa Fondo Cultural del Alba no tuvo otra pretensión que consolidar su estatus de entidad rentable tanto en cifras contantes y sonantes como en su rol promotor de lo mejores valores culturales del bloque, basada siempre en un esquema económico eficiente, autosostenido, que en definitiva fue motor de impulso y nunca carga para cualquier país de la alianza.


«La rentabilidad nuestra respondió solo al principio básico de cubrir los costos y los gastos con los ingresos, así como generar ganancias capaces de financiar proyectos culturales nacionales y asegurar anualmente el crecimiento de la entidad. Por ejemplo, con los dividendos de la empresa en 2014, la junta de accionistas decidió financiar al Ministerio de la Cultura de Venezuela una parte de los gastos para la Feria Internacional de Música que se desarrolló en los veinticuatro estados. En Cuba, los fondos permitieron impulsar un proyecto de informatización de la enseñanza artística en el país.


»Creo sinceramente que la empresa, sea cual sea el camino que tome en medio del contexto de transformaciones económicas que vive Venezuela, podría seguir avanzando, a tenor de las señales que llegan de varias formas, desde las más grandes perspectivas comerciales, hasta de los pequeños detalles, como el propio estreno del nuevo local para sus agencias en Caracas, el cual, por sí solo, ya es una excelente carta de presentación de la empresa ante los ojos de sus clientes».