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Carlos del Puerto: «La escuela cubana de guitarra siempre ha estado a un altísimo nivel mundial»
18July

Carlos del Puerto: «La escuela cubana de guitarra siempre ha estado a un altísimo nivel mundial»

Los días 1 y 2 de agosto se presentará en La Habana –luego de varios años de ausencia– el bajista del famoso grupo Irakere Carlos del Puerto, junto al pianista, director y arreglista noruego Sverre Indris Joner presentando su proyecto Clásicos a lo cubano. La actuación será junto con la Orquesta Sinfónica del Gran Teatro de La Habana.

Sverre Indris Joner es director musical, arreglista y pianista. En los años 80 descubrió el género de la salsa y desde ese entonces su carrera tomó un rumbo para investigar este género que lo cautivó. Recientemente sacó a la luz el proyecto discográfico titulado Clásicos a los Cubano para cuarteto y orquesta sinfónica. Imaginemos la Quinta de Beethoven fusionada con una salsa autentica o El Danubio Azul de Johan Strauss en cha-cha-chá, pero conservando la esencia de esas famosas piezas clásicas.

Carlos del Puerto –nacido en La Habana en 1951– es uno de los músicos cubanos con más larga y rica trayectoria artística como ejecutante y profesor. En sus más de 50 años como profesional ha formado parte de muchas de las más importantes agrupaciones musicales de los últimos decenios. En el año 1973 junto a Chucho y Oscar Valdés, Jorge Varona y otros, forma parte de Irakere uno de los grupos más importantes para la proyección de la música cubana en el mundo y donde Del Puerto trabajó durante 26 años.

En la actualidad Carlos del Puerto reside en Finlandia, donde trabaja como profesor y director del big band del Instituto de Música del Conservatorio de Turku y ha sido director musical y arreglista de algunos de los más famosos artistas finlandeses tales como Jari Sillampa, Robin, Anna Hanski entre otros. Aquí están sus declaraciones en exclusiva para Arte por Excelencias.

De Sonorama 6 hasta Irakere, pasando por otras importantes formaciones, ¿cuánto ayudó todo esto a «moldear» su espíritu creativo y al mismo tiempo innovador dentro de la música?

El primer grupo que me ayudó a moldear mi musicalidad fue Los Armónicos de Felipe Dulzaides. Con ese grupo yo tuve la oportunidad de conocer diferentes estilos musicales y a la vez ser capaz de respetar las características básicas de cada uno o de ellos. Luego, algunos de los jóvenes que formábamos ese grupo decidimos crear nuestra propia banda, el Sonorama 6. Estando en ese grupo, recibí la propuesta de integrar la Orquesta Cubana de Música Moderna, que había sido creada recientemente con los que se consideraban los 28 mejores músicos populares de aquel momento en Cuba y ese fue el verdadero punto de partida de mi carrera.

En esa orquesta conocí a los que luego fueron mis compañeros de Irakere, con los que realmente además de desarrollarme más, pude darle riendas sueltas a mi creatividad y mis innovaciones.

Específicamente Irakere es de esos grupos que no tiene comparación y —hasta hoy— nadie ha podido igualar o superar la carrera de todos ustedes. A la vuelta de estos años, ¿valdrá la pena en el futuro enseñarles a los muchachos el «método Irakere»?   

Yo soy de la opinión de que Irakere fue una revolución dentro de nuestra música y del ambiente musical cubano de aquellos años. No solo revolucionamos la forma de tocar, sino que también casi sin proponérnoslo cambiamos algunos conceptos erróneos que habían en Cuba sobre el jazz, el rock, y todo lo que fuera la música internacional de aquellos años. Un dato interesante podría ser que, aún cuando estábamos absolutamente bloqueados y no teníamos acceso a casi ninguna información de lo que estaba sucediendo en la música fuera de Cuba, de alguna manera fuimos parte de los grandes cambios que músicos y grupos internacionales como Queen, Miles Davis, John Coltrane, Blood Sweet and TearsSantana y otros le hicieron al rock, al jazz y al pop en los años 70.

La guitarra es uno de los instrumentos que en Cuba nunca ha estado separado del estudio más riguroso. Isacc Nicola, Leo Brouwer, Jesús Ortega y usted, entre otros han profundizado en sus investigaciones al respecto. ¿Se sigue estudiando a fondo la guitarra hoy como se debe? ¿Ha decaído el interés de los más jóvenes por el instrumento? O, ¿se comercializa demasiado su ejecución?

Bueno, aunque yo estuve estrechamente vinculado a la educación musical en general y en algunos casos fui una parte importante de los cambios que se hicieron en los sistemas de estudio de las escuelas de música en Cuba, eso no fue específicamente en la guitarra porque yo soy bajista. De cualquier manera, puedo afirmarte que la escuela cubana de guitarra y en general de todos los instrumentos siempre ha estado a un altísimo nivel mundial. Hace mucho que no vivo en Cuba, y no puedo decirte a ciencia cierta cuál es la situación actual, pero cuando yo escucho a los músicos y a los grupos cubanos no me da la impresión de que la educación musical en general haya decaído, a pesar de la excesiva popularidad de algunos estilos que no tienen las mejores propuestas culturales.

Los estudiosos de Cortázar dicen que el escritor reivindicó para el jazz un alto nivel de dignidad y de eficacia. Y relaciono esto porque no sé si le ha interesado en algún momento mezclar la música con otras manifestaciones del arte, la misma literatura, por ejemplo. ¿Tiene algún proyecto al respecto? ¿Le interesa la idea de escribir en algún momento sobre jazz, o contar su vida?

Muchas veces he colaborado con investigadores musicales: con el francés Patrick Dalmace o la periodista cubana Rosa Marquetti, dándoles mis puntos de vista sobre determinada época musical o contándoles anécdotas sobre músicos y artistas con los que he trabajado. Pero, aunque he escrito varios métodos para el estudio del contrabajo que se han editado en Cuba y en USA, no he escrito ningún otro tipo de libros. Como prefiero hablar a escribir, grabé varios Cd´s para el Jazz Oral History Program del Smithsonian Museum de Washington, hablando sobre Irakere y sobre otros aspectos de la música cubana y del latin jazz.

 

Sverre Indris y Carlos del Puerto  con Orq. Sinfónica Kork
Sverre Indris y Carlos del Puerto  con Orquesta Sinfónica Kork

 

¿Cómo nació la idea de trabajar junto con Sverre Indris Joner, y este proyecto Clásicos a lo  cubano?

En el año 2006 viajé a Oslo para ofrecer unas conferencias y unos workshops sobre la música cubana. En uno de ellos estaba Sverre y me propuso grabar un Cd con su música. A partir de ese momento, seguimos grabando y trabajando juntos y en uno de esos viajes me propuso hacer un concierto con la Orquesta Sinfónica de la Radio y TV Nacional de Noruega interpretando sus arreglos sobre algunas de las más conocidas obras del repertorio clásico mundial mezcladas con ritmos cubanos. Luego las hicimos con otras orquestas y ahora lo acompaño a cumplir su sueño de tocarlas en Cuba.

Regresa a La Habana en medio de sus 500 años, ¿hay por ahí alguna pieza en nombre de su ciudad?

En esta ocasión la persona que está a cargo de los arreglos y de las composiciones es el pianista y compositor noruego Sverre Indris Joner y él ha compuesto una hermosa pieza llamada: Danzón para La Habana.