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Se buscan personas
25March

Se buscan personas

Javier Oscar Escobar Yupanqui nació en la ciudad más alta del mundo: La Paz. Aunque no es alto de estatura, lidera con magistral destreza una de las agrupaciones danzarias más hermosas de la región americana. Licenciado en Educación Física y Deportes, con tan solo 38 años es el director general del Ballet Folclórico Nacional de Bolivia, una verdadera institución cuando se habla de tradición y herencia cultural en el país andino. La revista Arte por Excelencias se acerca a su trabajo diario y su pasión por el arte.

¿Cómo es que estudias un perfil deportivo y llegas al mundo del arte?

A través de la motivación indirecta de mi familia y de mis padres es donde se genera esa atracción por el arte. Desde muy pequeño realizaba imitaciones de muchos bailarines. Mis padres veían que me encantaba, no tenía vergüenza por expresar con movimientos lo que sentía a través la música.

Los parientes, tíos o amigos familiares me invitaban a bailar junto con ellos en las fiestas y eso hacía crecer mi felicidad. Me enamoré de la danza. Con la danza folclórica tuve una pronta identificación, sentí el valor de nuestra identidad como la raíz más fuerte.

¿Cuánta responsabilidad implica dirigir el Ballet Folklórico Nacional de Bolivia?

Es una responsabilidad muy grande, pero sobre todo un gran privilegio poder ser un embajador de la cultura boliviana. Nos permite continuar un legado que se inició desde otros directores, el primero de ellos don Manuel Acosta. Hoy continuamos ese camino, para conservar la esencia y las características tradicionales sin evitar la modernidad y la evolución de la danza. Nuestra cultura boliviana es tan rica y tan llena de historia y originalidad que nos permite mostrar un país que tiene características únicas en cada una de sus regiones.

 

Ballet Folclórico Nacional de Bolivia

 

¿Qué valores tradicionales atesora hoy la institución?

Mantenemos la técnica folclórica y sus características especiales y únicas. Como ballet nacional debemos mostrar a Bolivia en cada una de sus facetas, momentos y regiones. En tal sentido buscamos en cada una de nuestras interpretaciones coreográficas decir con los movimientos lo que somos, de dónde venimos y a dónde nos dirigimos.

Una de nuestras fortalezas es la diversidad. Al representar a Bolivia en otros países hemos podido reconocer el valor que tiene nuestra identidad plurinacional y multiétnica. Somos portadores de la capacidad y la versatilidad de mostrar cada una de nuestras regiones de Bolivia. No perdemos las esencias culturales aunque seamos una institución nacional.

Nuestro talón de Aquiles es la parte administrativa. Aun así en los últimos años vamos viendo cambios importantes y de apoyo a nuestro trabajo, que a fin de cuentas es el trabajo de todos.

¿Cómo mantener la tradición y la modernidad a la vez?

Mi persona estuvo en una transición cultural muy importante de la antigua generación a la nueva generación de bailarines, he aprendido a adaptarme a los cambios. En un inicio todo debía ser tradicional. Con los años y mucha entrega y pasión, también hemos podido ser generadores de un nuevo lenguaje de hacer folclor con las herramientas de otros estilos o formas como el jazz, la técnica clásica o la danza contemporánea, pero sin perder la esencia del boliviano y de su cultura como patrimonio de una identidad diversa.

 

Ballet Folclórico Nacional de Bolivia

 

El cuerpo del ballet está compuesto por más de ciento cincuenta bailarines. Se han generado además dos elencos infantiles, un elenco prejuvenil y uno juvenil. Se ha abierto la oportunidad a personas adultas de recibir clases de danza folclórica.

Más de cincuenta festivales mundiales de folclor conocen hoy la impronta de Javier y los chicos que dirige. Francia, España, Bélgica, Suiza, Luxemburgo, Alemania, Andorra, Italia, Perú, Chile, Brasil, Venezuela y Colombia saben de la fuerza de estos bailarines sobre el escenario. Colores, alegorías, máscaras tradicionales, lentejuelas y gritos componen un cuadro imposible de obviar. 

Si a Javier le dicen Ballet Folclórico Nacional de Bolivia: ¿en qué piensa?

Es una sensación de orgullo, de identidad, de formar parte de una selección boliviana de bailarines de la que soy parte importante. Solo el hecho de escuchar Bolivia detiene el tiempo, debe ser que mi corazón empieza a sentir una explosión de emociones y sensaciones que me permiten mirar al frente y decir con orgullo: «Somos Bolivia y representamos a todos los bolivianos, somos país».

Motivamos a los jóvenes desde que inician este camino del arte y de la danza, es un ambiente donde se requiere de retos y pruebas constantes. Los impulsamos a que encuentren una estética, que no tiene que ver con la belleza, sino en encontrar un equilibrio con la naturaleza.

El reto es generar un neofolclor que le permita sentirse retado en cuanto a las dificultades técnicas. Cada día es un desafío poder alcanzar la máxima capacidad de cada uno, y es aquí donde la psicología artística tiene un papel fundamental.

Buscamos personas antes que bailarines. El ego y las banalidades pueden hacer que el bailarín esté alejado de la realidad y se confunda con la imaginación de sus virtudes. A una persona podemos volverla bailarín, construir dentro de él un camino lleno de valores y capacidades, tener un ser humano de forma integral. El arte sirve para construir mejores seres humanos. 

En una oración: ¿qué es el ballet?

El ballet es verdad, amor, fe, esperanza y pasión, cada una de ellas hace que se mueva el espíritu a través del cuerpo.

 

Ballet Folclórico Nacional de Bolivia