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Roberto Chile en Collage Habana
31January

Roberto Chile en Collage Habana

Por: Toni Piñera

La exhibición estará abierta al público hasta el 18 de febrero en la galería Collage Habana, de lunes a sábado en los horarios habituales.

Un viaje inusual al “centro” del hombre y sus sentimientos más íntimos, realiza el destacado fotógrafo y realizador cubano Roberto Chile, en su más reciente exposición Somos, donde hurga en una existencia interna que aflora a la piel traducida en sentimientos y verdades, y cuyos “trofeos” llegan hasta nosotros envueltos en una magia singular que atrapa desde la primera mirada. Esa que los cuerpos o las cosas construidas reflejan como símbolos de existencia, huellas de una realidad que muy pocos logran divisar en los terrenos de la vida…

La supuesta objetividad de la fotografía, o sea, eso tan repetido de que tal imagen es tan real “que parece una fotografía”, no es más que una falacia. Y sucede así porque detrás de la cámara, manipulándola, existe una persona, con sus concepciones del mundo, criterios, su manera de mirar y sentir. Todo ello se fija en el papel junto con la foto alcanzada que adquiere tintes de una sensibilidad enfocada en lo interno. Pues, muchas veces, la fotografía resulta una construcción estética, social y cultural, al igual que puede hacer un artista con el pincel, creyón, espátula o gubia, pero con la cámara, en el caso que nos ocupa.

Este concepto sustenta la excelente muestra abierta en la céntrica galería Collage Habana (boulevard de San Rafael, Centro Habana), en la que exhibe una amplia colección de imágenes que enfocan lo que el artista ha descrito “como un amor intenso por el municipio habanero de Guanabacoa y las gentes que lo habitan”. Frutos de un intenso trabajo en ese lugar pintoresco de la capital, del otro lado de la bahía habanera, en el que se despliega en el tiempo un intenso fragor religioso, y como él mismo ha expresado en diversas ocasiones al referirse a esta arista de su labor como creador del lente “resulta un canto a la espiritualidad de los cubanos y a nuestras raíces comunes…”. No hay dudas de que respirando  ante cada foto cruzaremos barreras, intuiremos el instante de fervor religioso que llega desde lo profundo del alma de quienes sienten, palparemos vivencias de una ceremonia única, cuyos instantes pasan como un soplo de viento y que el, cámara en ristre, la capta para recordar una realidad con tintes también de poesía..

 

Obra en exposición

 

Decenas de fotografías, en blanco y negro y a color, deambulan por las amplias paredes de la institución del Fondo Cubano de Bienes Culturales, a veces en solitario y otras conformando inmensos paneles que nos recuerdan los fotogramas de los filmes –dado su arraigo tan grande con el séptimo arte-, en las que busca y encuentra el lenguaje exacto para comunicar sus reflexiones, ideas, instintos artísticos que resaltan esta comunidad afrodescendiente cubana con su cultura y tradiciones que sobreviven a pesar del tiempo.

En estos últimos años, y con mucha más fuerza ha tenido lugar un tránsito de la fotografía como medio, a aquella como vehículo de inquietudes y cuestionamientos estéticos y artísticos. La realidad sigue potenciando la imagen fotográfica, pero esta se ha convertido también en un ente autónomo y subjetivo con significados indirectos.

La memoria (recuerdos, sentimientos, anhelos, experiencias…) que conforman la vida, constituye parte integrante del ser y tiene el rostro de cada uno de nosotros porque es personal, y pertenece a la época que le tocó cruzar por un lugar determinado. Al momento en que tomó el tren de la vida en alguna estación del tiempo… Pero sucede también, que la memoria es colectiva. Porque la vida, común a todos, nos cobija en lugares, situaciones, hechos que nos interrelacionan a los hombres porque vivimos en sociedad y los compartimos.

En cuestiones de arte, el creador metamorfosea por dentro las experiencias vividas y luego nos entrega otra realidad, la que él ve y nos la regala para hacernos partícipes de su experiencia, para que recorramos de la mano, este mundo de tradiciones, realidades y cubania. Así, va dibujando el rostro de la memoria, con ese talento nato para apretar el obturador en el momento y el gesto preciso para acercarnos a aspectos de la religión popular de origen africano, con una carga emotiva que refleja su manera de sentir este arte que lleva piel adentro. Muchas de sus fotos nos hacen pensar, sentir, escarbar en la memoria para recordar el pasado. Con una carga inmensa de su sensibilidad estas imágenes portan un sello de indiscutible calidad estética, que traspasa fronteras. En el blanco y negro desata sus inquietudes artísticas, atrapa zonas de alto rigor creativo matizadas por un hálito de misterio que forma parte de esas inquietudes, y hechos que el trae a nuestro ámbito para reflexionar y conocer. No hay dudas de que Somos es un inmenso retrato, espejo o fresco de una parte de la nacionalidad cubana que vibra en su obra actual. Y como expresa el propio autor en las palabras del catálogo. como digno reconocimiento, “quiero expresar mi gratitud a los que me acompañaron ene sta travesía, a quienes me abrieron las puertas de sus casas, sus templos y sus almas; a los que me permitieron asistir a sus rituales y aproximarme a sus vidas, para perpetuar con mis ojos y mi corazón, momentos irrepetibles en los que se mezclan magia y realismo, y cobra fuerza la espiritualidad”.

Pero dejemos que otros estudiosos, especialistas y críticos aporten su voz…

“Chile es un excelente retratista, reinventor de sus modelos, a los que transporta hacia la imagen con su percepción personal, indagando en sus sicologías particulares. Todo el sincretismo religioso que reflejan estas imágenes parte de la fuerza y relevancia que poseen los sujetos que los escenifican, registrados magistralmente por su ojo”. Rafael Acosta de Arriba.

“Junto con las expresiones de la regla ocha-ifá y del espiritismo común a la memoria de los ancestros, la muestra evoca simbólicamente el comienzo o el final de los ritos del palo monte, una de las expresiones de la religiosidad popular más antiguas en Cuba, donde el tata nganga pregunta: ¿Somos o no somos? Y con toda confianza y certeza, quienes le acompañan responden. ¡SOMOS!”. Jesús Guanche

 

Obra en exposición

 

Sobre el artista

Roberto Chile, nació el 29 de septiembre de 1954 en La Habana, Cuba. Documentalista y fotógrafo, ha escrito y dirigido gran número de documentales, reportajes y cortos de arte sobre la cultura y la actualidad cubanas.

Sus obras más conocidas son el documental Desafío, sobre los efectos del bloqueo económico de los Estados Unidos contra Cuba a partir de la caída de la Unión Soviética y el campo socialista de Europa del Este; En las laderas del Himalaya, que aborda con veracidad y lirismo la labor de más de 2500 médicos, enfermeros y técnicos de la salud del Contingente Internacional Henry Reeve, quienes cumplieron heroica misión en Pakistán a raíz del terremoto que azotó el territorio de ese país en el año 2005; En mis ojos brillas tú y Hágase la luz, sobre los beneficios de la Misión Milagro en Venezuela y el Caribe; Sencillamente KORDA, acerca de la vida y obra del célebre fotógrafo cubano Alberto Korda, autor de la foto más conocida del Comandante Ernesto Che Guevara, devenida uno de los más grandes iconos de la época contemporánea, Soy Tata Nganga, un acercamiento a la vida de Enrique Hernández Armenteros, nonagenario sacerdote de las religiones cubanas de origen africano, y al mundo mágico místico del Palo Monte y Esencias, La Colmenita en Estados Unidos, que recreó el viaje de la reconocida compañía infantil de teatro por varias ciudades estadounidenses.

En calidad de camarógrafo personal, acompañó a Fidel Castro, máximo líder de la Revolución Cubana, en sus viajes por Cuba y el mundo desde 1984 hasta 2006, “perpetuando así el perfil de Fidel y documentando el constante ejercer de su obra. De ahí que sus fotos y documentales muestren al legendario Comandante arropado por la multitud, privilegiado por el amor de muchos, más allá de las fronteras de Cuba”. Ejemplo de ello son: En el corazón de América; Como volver a nacer; Días de Amistad; De Hanoi a Hiroshima; Brasil, triunfa la esperanza; Argentina, Nuevos Aires y Elogio de la virtud, documentales y reportajes de indiscutible valor histórico, periodístico y artístico, que forman parte de la memoria audiovisual de la nación cubana.

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