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Mayelín Naranjo, la “veguitera” que aplaude Europa
12August

Mayelín Naranjo, la “veguitera” que aplaude Europa

Aunque sabía de su carrera, jamás la había escuchado cantar. Y como sucede en el cifrado mundo del arte, todo tiene una primera vez. La vía: un sencillo enlace de Youtube para ponerme en contacto con la “veguitera”. Desde entonces redescubro constantemente la voz de Mayelín Naranjo, justamente para comprobar todo su talento y entender por qué se le admira tanto en Europa y Asia.

Mayelín es un acabado original y fino: una dicción impecable, una voz de mezzosoprano elogiada por la mismísima Celia Cruz y arriba del escenario, el carisma de la mujer cubana. Aunque nació en Manzanillo, municipio de la oriental provincia cubana de Granma, Mayelín se crió en el poblado de Veguitas, situado entre las ciudades de Bayamo y Manzanillo.

«Tuve allí una infancia muy feliz, guardo gratos e inolvidables recuerdos de esa época: el intenso verdor de los árboles, las flores del campo, el estar arropada por el amor de mi familia, el afecto de mis amigos. A los 9 años comencé a cantar en actividades culturales de mi escuela primaria, seguidamente fui integrante de agrupaciones musicales escolares.

«Frecuentemente visitaba bonitos poblados aledaños que recuerdo con cariño, como Los Cayos, Paquito Rosales y otros más; allí también realicé mis primeras actuaciones. Con el paso del tiempo, el aprendizaje musical y las constantes presentaciones con el grupo escolar veguitero de larga tradición “Cuerdas y voces”, dirigido por el maestro Hugo Morales, llegué a alcanzar primeros premios como cantante en concursos a nivel provincial y nacional. El repertorio que ejecutaba como solista vocalista y junto al grupo musical estaba formado por reconocidas canciones cubanas de la trova tradicional y de la Nueva Trova; además interpretaba el son tradicional de Cuba; temas de gigantes compositores como Miguel Matamoros, Ignacio Piñeiro, etc.»

Todo ese catálogo diverso de géneros de la música popular cubana, confiesa Mayelín, conformó la banda sonora de sus primeros años.

¿Alguien se da cuenta de tus aptitudes para la música o fue una decisión muy tuya?

Fue una decisión mía escoger la música, primero como actividad extra docente principal y luego como profesión. Mi madre tenía una bella voz de soprano y mi abuelo materno era aficionado a la música, tocaba la guitarra y además despuntó como excelente bailador. Ellos nunca ejercieron como profesionales del arte, pero influyeron indirectamente no solo en mi amor por la música, sino también en fomentar mi confianza para distinguirme en el arte. En mi temprana niñez, solía pasar horas escuchando en la radio a grandes cantantes cubanas como Elena Burke, Omara Portuondo, etc. Las imitaba y aprendí de forma natural a vibrar la voz, también me percaté de que podía alcanzar sin dificultad notas dentro de un amplio registro vocal. Después vino la valiosa orientación de maestros, el necesario aprendizaje de la técnica, el conocimiento más profundo de estilos musicales y de sus mejores exponentes. En resumen, por mí misma supe de mis aptitudes para la música, no obstante, es primordial tener claro que no basta con tener buenas aptitudes, ya que es la superación, constancia, concentración, disciplina y pasión lo que fomenta y crea una base sólida en cualquier profesión.

El salto profesional, nos confiesa, ocurrió en 1993 de manera causal, fluida e inesperada. Una vez terminados los estudios en el preuniversitario y opuesta a estudiar cualquier carrera que no tuviera vínculo alguno con la música, tomó la decisión de ejercer como cantante. En esta apuesta mucho influyó Jorge Antonio Vázquez Varona, su esposo.

«Uno de esos días me presenté en la casa del compositor, arreglista y director de orquesta Jorge Antonio Vázquez Varona, pidiéndole consejo y ayuda para alcanzar mis objetivos artísticos. En ese momento todavía no se había hecho pública la noticia de la formación de la futura banda del destacado cantante y compositor Cándido Fabré, sin embargo, Jorge ya estaba trabajando en la formación de dicho grupo y también en los arreglos musicales. Fue Jorge quien le propuso a Fabré hacerme una audición con vistas a mi posible ingreso en la orquesta. A Fabré le gustó mucho mi voz y manera de interpretar, por lo que de inmediato se formalizó mi entrada. Transcurridos unos meses una comisión nacional de evaluación me examinó y obtuve Primer Nivel como solista vocalista y así fue como comencé mi carrera profesional.»

Defiendes esa raíz sonera que nos identifica, pero eso no te aparta de otros géneros. En todo el mapa musical, ¿con qué estilo te identificas?

Preservo la raíz sonera que nos identifica y además interpreto otros géneros importantes de la música cubana: el bolero, el cha cha chá, la rumba, afro…Me defino como una artista que lleva por el mundo el sentimiento y el alma de la música cubana. Incluso, cuando interpreto otros estilos musicales afines a nuestra cultura, aparece espontáneamente mi cubanía. Mi estilo cubano mezcla tradición y modernidad. Defiendo la calidad y elegancia de la música de Cuba. Hoy día me resulta difícil decantarme por un estilo musical específico. La música cubana es mi preferida, pero me nutro de varias fuentes musicales de mi país y estilos foráneos, incluida la música clásica.

Dicen que lo bueno cuando es muy bueno, no pasa de moda. ¿Quiénes son tus inamovibles referentes en la música?

En Cuba tenemos un patrimonio cultural único, riquísimo y altamente valorado en todo el mundo. Por ello es primordial mantener y desarrollar nuestras raíces musicales. Esta es una temática de peso, a tener siempre muy en cuenta. Entre mis cantantes preferidos cubanos, inamovibles referentes, están: Abelardo Barroso, Barbarito Diez, Beny Moré, Miguelito Valdés, Carlos Embale, Tito Gómez, Guillermo Portabales, Elena Burke, Omara Portuondo, Celia Cruz, Celeste Mendoza y Pablo Milanés. Hay otros más pero estos son los primeros.

En referencia a cantantes extranjeros predilectos, también son muchos, citaré los que más escucho y estudio: Ella Fitzgerald, Nat King Cole, Frank Sinatra, Ray Charles, Aretha Franklin, Liza Minelli, Luciano Pavarotti, John Lennon y Paul Mc Cartney, Janis Joplin, Charles Aznavour, Freddie Mercury, Mercedes Sosa, José José, etc. ¡Todos estos cantantes, cubanos o extranjeros, tienen su propia manera de frasear, su propio estilo y sonido! Son diferentes, pero como rasgo común todos son auténticos. Siempre hay mucho que aprender, sobretodo de los mejores… y además hay que prestar oído a todo lo nuevo que valga. La música necesita tiempo.

Te he visto en conciertos multitudinarios… ¿Cómo te insertas en esos espectáculos y qué dicen los medios al respecto?

Durante toda mi carrera he actuado mucho más en grandes aforos que en pequeños escenarios, no obstante canto en todas partes con la misma entrega, el artista debe dar siempre lo mejor de sí mismo. Me he presentado en muchos conciertos multitudinarios en varios países, he compartido escenario con figuras muy famosas como Celia Cruz, Gilberto Santa Rosa, Oscar ´D León, Tito Nieves, Trío Los Panchos, Willy Chirino, Compay Segundo, entre muchos más. Esto me ha proporcionado enseñanzas, experiencias y mucha confianza sobre el escenario y en la comunicación con el público.

He participado, además, en otros grandes espectáculos con características diferentes, acompañada por la Orquesta Filarmónica de Las Palmas de Gran Canaria y por la Orquesta Sinfónica de Tenerife. La crítica siempre ha sido muy halagadora conmigo, (lo que conlleva a esforzarme más en mi trabajo ), incluso en ocasiones la prensa y la crítica especializada me ha comparado con legendarias personalidades como Celia Cruz, no obstante desde mis inicios supe muy bien que todo gran artista es único e irrepetible. La propia Celia me dijo: "Mayelín, me gusta mucho tu voz y estilo, te deseo suerte…y no permitas que te comparen”. Tengo muy presente ese consejo y siento mucho respeto por todas las grandes e históricas figuras de nuestra música.

¿Cuán relevante ha sido en tu carrera el aporte de Jorge Antonio Vázquez Varona?

Jorge y yo provenimos del mismo pueblo, Veguitas. Nuestras familias eran muy amigas desde antes de nacer él y yo. Por su trabajo sobresaliente y aporte a la música y a la cultura en la provincia de Granma, Jorge ya era un artista profesional reconocido cuando comenzamos a trabajar juntos en 1993. En febrero de 1994 nos casamos, seguimos muy unidos en todo, apoyándonos mutuamente. Jorge ha sido arreglista y productor musical de todos mis discos. Además de compositor es mi director musical y mi mentor. También él es un ejemplo de superación y esfuerzo, ya que nacer y vivir en un pequeño pueblo de campo, con limitaciones para poder desarrollarse en la música no le impidió crecer artísticamente hasta llegar a estudiar música en prestigiosas escuelas en La Habana, recibir clases en la capital con grandes "maestros de maestros" y obtener varios títulos, premios y otros lauros.

Jorge ha incursionado en la música popular y en la clásica, tiene un gran nivel cultural general, no para de estudiar en cualquier parte donde estemos. Así es como los dos asumimos la profesión, es decir: como norma primeramente hay que formarse, investigar, esforzarse y ya después tarde o temprano vienen los frutos.

Con la llegada de la pandemia todo se paralizó. ¿En qué aprovechaste el tiempo?

La llegada de la pandemia nos sorprendió a finales de febrero actuando en los carnavales de Santa Cruz de Tenerife. Aprovechamos ese tiempo trabajando desde casa (con menos presión que de costumbre), en la preparación de nuevos proyectos artísticos. Además tuvimos más espacio para documentarnos, para crear… La utilización de Internet, además de su uso para la comunicación y la promoción, es cada vez más importante para la realización de todo el trabajo, incluidos los conciertos online. En resumen, ante las dificultades hay que buscar soluciones, siempre existe la posibilidad de avanzar en una actividad determinada en el caso de que otra inevitablemente se paralice, como nos ocurrió a todos con la aparición del COVID-19.

Volvamos a Veguitas… ¿quién te queda allí? ¿Tienes alguna canción dedicada a tu pueblo?

En Veguitas me quedan muchas cosas queridas: mi padre, mi hermana y más personas en la familia, además de buenos amigos. También me queda el querido terruño, mi pueblo, donde empezaron a crecer mis raíces cubanas y donde comencé en el difícil pero bello camino de la música. No tengo ninguna canción específicamente dedicada a Veguitas, pero sí existe un tema de mi propio repertorio que habla sobre mi pueblo, mi origen y mi canto, se titula "El Son de Mayelín" y dice en sus primeras estrofas:

Nací en un pueblo chiquito / entre bohíos y palmas / Mi madre fue la canción que despeinó la guitarra / Y así se me hizo el camino hacia el sueño que anhelaba / Cantarle a mi Cuba bella / Darle mi voz y mi alma.

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