Juan Padrón. A 40 años de ¡Vampiros en La Habana!

GALLERIA CONTINUA / Habana se complace en presentar la exposición Juan Padrón. A 40 años de ¡Vampiros en La Habana!, un homenaje al legado de una figura icónica del arte y la cultura cubana, reconocido especialmente por su aporte a la animación, la historieta y el cine. Curada por Niurma Pérez Zerpas, la muestra celebra la obra pictórica del creador de personajes emblemáticos del imaginario cubano y conmemora las cuatro décadas de su película más célebre, convertida en obra de culto y punto de inflexión en el lenguaje animado de América Latina.

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Juan Manuel Padrón Blanco (1947-2020) es recordado como uno de los grandes narradores visuales de Cuba. Su filmografía abarca títulos que marcaron a varias generaciones; sin embargo, ¡Vampiros en La Habana!  ocupa un lugar central en la memoria colectiva. A 40 años de su estreno, sigue siendo una de las obras más irreverentes y emblemáticas del cine de animación cubano y latinoamericano. Rompió moldes con su audaz mezcla de sátira política, humor negro y parodia del cine de gánsteres. Ambientada en la capital cubana de los años treinta, la cinta narra la disputa entre clanes vampíricos de Europa y Estados Unidos por apoderarse del “Vampisol”, una fórmula creada por el científico vampiro Werner Amadeus Von Drácula que permite a los vampiros vivir a la luz del día, y que ha sido probada exitosamente en su sobrino Pepito. Coproducida por el ICAIC, Televisión Españora y Durniok Producciones, la película trascendió como una ingeniosa metáfora sobre el poder, la resistencia y la libertad, con una estética rebelde que sigue cautivando a nuevas generaciones.

A partir del año 2000, Juan Padrón se volcó activamente a la pintura: una faceta menos conocida pero profundamente reveladora, testimonio de su inagotable impulso narrativo y su capacidad de reinvención. La exposición que hoy acoge la sede cubana de Galleria Continua reúne   86 obras   –entre tintas, temperas, técnicas mixtas y acrílicos– que trasladan al lenguaje pictórico el universo vampiresco desarrollado por el autor.

Sus obras conservan la irreverencia y el trazo ágil del historietista, pero exploran otras dimensiones del imaginario. Agrupadas en varias temáticas –escenas eróticas, lecciones educativas, retratos de personajes diversos, situaciones ocasionales y vistas nocturnas de La Habana– las piezas despliegan un universo donde lo fantástico y lo cotidiano se funden en clave humorística y satírica. Los vampiros de Padrón no responden al arquetipo gótico europeo. En lugar de capas oscuras y castillos sombríos, se desplazan por la vida cotidiana con camisetas, gorras de béisbol o cadenas de oro. Son personajes irónicos y mundanos, entregados más al goce tropical que al terror, figuras que encarnan la vitalidad de la ciudad y su espíritu festivo.

En la sala central, dos wallpapers a gran escala reproducen obras pictóricas de Padrón, destacadas por su composición, colorido y humor. Una evoca personajes conocidos del filme, mientras que la otra pertenece al amplio y libre universo de nuevas situaciones y seres imaginados por este genial narrador visual.

La fuerza de su pintura se manifiesta en una notable expresividad cromática y en la densidad narrativa que logra en cada composición. Experimenta con una amplia gama de colores, desde tonos saturados y brillantes hasta matices apagados, según la atmósfera o mensaje de cada pieza. El resultado son composiciones cargadas de intención pictórica, donde el color cumple funciones expresivas, simbólicas y narrativas al mismo tiempo.

Sus obras revelan una atención meticulosa al detalle. Cada elemento dentro del encuadre –desde el mobiliario de una habitación hasta la gestualidad de los personajes– está deliberadamente colocado para sostener la estructura visual y potenciar la lectura de la imagen. Esta minuciosidad no sacrifica el dinamismo; por el contrario, el dibujo vivo y fluido, junto con las composiciones audaces, otorgan a las escenas un ritmo interno que recuerda al montaje cinematográfico.

Al mismo tiempo, el dibujo y la línea poseen un trazo muy personal, expresivo y dinámico. En las tintas sobre cartulina creadas durante una estancia de Padrón en Londres en 2014, sobresalen la gracia del trazo, la gestualidad y el poder de síntesis. Algunas obras alcanzan tal nivel de condensación formal que bastan por sí solas, mientras que en otras el texto aporta el giro irónico o humorístico, intensificando el efecto narrativo.

Se incluyen también piezas de gran valor histórico, como fragmentos del storyboard original correspondientes a la secuencia 22 del filme y acetatos originales a los que Padrón añadió años más tarde fondos pintados sobre cartulina. En la sala de video se exhiben filminutos vinculados al universo de los vampiros, escenas clásicas del largometraje y una proyección diaria de ¡Vampiros en La Habana!.

Con esta exposición, Galleria Continua celebra a Juan Padrón en su doble dimensión: como cineasta clave de la animación cubana y como artista visual que, con humor y lucidez, supo retratar la identidad cultural desde lo fantástico. Su ingenio gráfico y narrativo forma parte de la memoria afectiva de quienes crecieron disfrutando de sus personajes.  Juan Padrón. A 40 años de ¡Vampiros en La Habana!  invita al público a redescubrir a un creador esencial, capaz de hacer reír y pensar con igual intensidad, y cuyo humor ácido y crítica social siguen resonando con vigencia en el presente.

SOBRE EL ARTISTA 

Juan Manuel Padrón Blanco (1947-2020)   fue uno de los artistas más influyentes de la cultura cubana del siglo XX. Su obra –que abarca historieta, animación, cine y pintura– ha moldeado el imaginario colectivo de generaciones dentro y fuera de Cuba. Inició su carrera en la gráfica en los años sesenta, publicando caricaturas, viñetas humorísticas y series de historietas en la prensa plana. En 1972 ingresó al Departamento de Dibujos Animados del ICAIC, donde se consolidó como realizador y director cinematográfico, y en 1981 se graduó en Historia del Arte por la Universidad de La Habana.

Su filmografía incluye los largometrajes animados: 

-  Elpidio Valdés (1979) 

-  Elpidio Valdés contra dólar y cañón (1983) 

- ¡Vampiros en La Habana!  (1985) 

-  Mafalda (1994) 

-  Contra el águila y el león (1996) 

- ¡Más vampiros en La Habana!  (2003)

Realizó más de sesenta cortometrajes, entre ellos las series Elpidio Valdés (1974-2015), Filminutos (1980-2006), Quinoscopios (1985-1987) y Los Cineclips (1994-2004) para Canal+ España.

Paralelamente, publicó libros como: 

-  El libro del mambí (1985) 

-  Aventuras de Elpidio Valdés (1997) 

-  Tribu Tapok: historias de la prehistoria (2005) 

- ¡Vampiros en La Habana!  (2006) 

-  Vampirenkomanoa (2008) 

-  Crónicas de La Habana: un gallego en La Cuba socialista (2016) 

-  Verdugos (2017) 

-  Mi vida en Cuba (2021)

Durante los años 2000 amplió su práctica hacia la plástica, incrementando su producción de dibujos y pinturas. Su obra visual se ha presentado en exposiciones personales como: 

-  De Eros, vampiros y tapoks (Centro Hispanoamericano de Cultura, La Habana, 2013) 

-  Vampiros en La Habana. Dibujos de Juan Padrón (Casa Colón, Huelva, 2016) 

-  Y Tan fiero como lo pintan (Galería Servando, La Habana, 2018)

Ejerció la docencia en el Instituto Superior de Arte (ISA) y en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños. Impartió cursos en España, Chile, Cuba, Brasil, Colombia y Argentina. Su obra cinematográfica fue reconocida con una decena de Premios Corales en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, además de galardones en festivales de Ecuador, Puerto Rico, Colombia, España, Portugal, Alemania e Inglaterra.

ACERCA DE LA GALERÍA 

Fundada en 1990 en San Gimignano, Italia, GALLERIA CONTINUA ha ampliado sus ubicaciones a Beijing, Les Moulins, La Habana, São Paulo, Roma y París. Manteniéndose fiel al espíritu de evolución perpetua y comprometida a atraer al público más amplio posible con el arte contemporáneo, GALLERIA CONTINUA ha construido una identidad sólida a través de sus vínculos y experiencias, prosperando lejos de los centros urbanos convencionales, en lugares completamente inesperados pero atemporales. La galería inauguró su espacio permanente en La Habana en Águila de Oro, una sala de cine de los años 50 en el corazón del Barrio Chino habanero, en noviembre de 2015.

INFORMACIÓN DE CONTACTO 

GALLERIA CONTINUA / Habana   

Rayo 108 / Zanja y Dragones, Barrio Chino, Centro Habana, La Habana, Cuba. 

+53 553 556 44 | habana@galleriacontinua.com 

www.galleriacontinua.com 

Horario:   De Lunes a Sábado | 9:00 am – 5:00 pm.

Texto e imágenes: Cortesía de Galleria Continua